Egresada de la Facultad de Administración y Recursos Humanos cumplió una destacada participación en la cita deportiva más importante del continente.
Hablar de Saida Salcedo Hermoza es referirse a una verdadera institución del karate en el Perú, pues aún a su corta edad ha conquistado importantes reconocimientos que la ubican a la altura de las leyendas del deporte nacional.
Salcedo nació en Lima y se crió en el barrio de Zarumilla, lugar donde surgieron sus sueños más anhelados. Su acercamiento al mundo de las artes marciales se produjo a los seis años, cuando descubre que es poseedora de pie plano, afección que la obliga a abocarse a la práctica de una actividad física. Tras conocer el diagnóstico, sus padres la inscribieron en una academia de karate y a partir de ese momento empezaría a escribir uno de los capítulos más importantes de su vida.
Al llegar a la adolescencia, estableció contacto con el maestro Rolly López, quien la incentivó a participar en campeonatos locales, lo que le permitió perfeccionar sus técnicas e ingresar a la Selección Peruana de Karate. Así, es ganadora de importantes galardones, como la medalla de oro en el Torneo Abierto de Turquía (2017) y la medalla de bronce en el Torneo Abierto de Austria (2014). Además, ostenta los títulos de Campeona Nacional y Campeona Sudamericana.
Posteriormente, ingresó a la Escuela Profesional de Administración de Negocios Internacionales de la USMP, donde consolidó su formación académica y personal. “Durante mi etapa universitaria tuve la suerte de alternar con especialistas en innovación, marketing y publicidad, cuyas enseñanzas quedaron grabadas en mi ser. Además, contaba con gran solvencia para expresarme en público, aspecto que era muy valorado por los docentes de las distintas asignaturas. Fue una experiencia enriquecedora”, detalló.
Las lecciones adquiridas en nuestra casa de estudios le proporcionaron las herramientas necesarias para unir su talento al de grandes deportistas como John Trebejo, Oliver Del Castillo, Carlos Lam e Ingrid Aranda, con el fin de dar vida a un exitoso emprendimiento: la Academia Bu Shin Kan (“la casa del espíritu guerrero”), que cuenta con nueve sedes en Lima y alberga a alumnos de 3 a 69 años de edad.
Durante los Juegos Panamericanos Lima 2019, Saida cumplió una destacada participación como integrante de la Selección Peruana de Karate en la modalidad de kata por equipo, junto a notables deportistas como Sol Romaní y Andrea Almarza. La tenacidad, el coraje y la precisión que este grupo demostró ante centenares de espectadores que se dieron cita en el Polideportivo de Villa El Salvador les permitió conquistar la presea de bronce.
En reconocimiento a tan importante hazaña, el gobierno peruano le otorgó la Orden al Mérito por Servicios Distinguidos a la Patria en el grado de Comendador, mientras que la Municipalidad Metropolitana de Lima la invistió con su Medalla de Honor. A su vez, el Congreso de la República le otorgó el Diploma de Honor a la Trayectoria y la Federación Peruana de Karate hizo lo propio al entregarle una placa recordatoria. Sin embargo, para Saida, el mayor reconocimiento que ha podido recibir es el cariño del público, el cual se ha multiplicado en los últimos meses a raíz de su performance en los Juegos Panamericanos Lima 2019.
Actualmente, emplea sus energías en difundir la profesionalización del karate entre las mujeres, debido a que un gran porcentaje de ellas sólo lo practica para relajarse y no toman en cuenta la posibilidad de llegar al nivel deportivo, situación que podría mermar el crecimiento de esta disciplina que, aún así, viene cosechando triunfos. “Gracias a este deporte desarrollé mis habilidades sociales y me convertí en una persona segura de sí misma”, afirma nuestra campeona.
Entre sus próximos proyectos se encuentran la expansión de su academia de karate en regiones como Cusco, Tacna y Lambayeque, así como la creación de una organización cultural que apoye a personas de escasos recursos que deseen ahondar en el campo de las artes marciales. Asimismo, se sigue preparando con gran ahínco para convertirse en campeona mundial.