“El futuro que vemos en la ciencia ficción no está tan lejos como creemos”

“El futuro que vemos en la ciencia ficción no está tan lejos como creemos”

“El futuro que vemos en la ciencia ficción no está tan lejos como creemos”

El mexicano Bahigh Acuña, reconocido emprendedor y exdirector de Nuevos Mercados en Spotify, llegó al Perú como expositor del Congreso Internacional de la Facultad de Administración CIFA 2016. Durante su breve estadía, se dio un tiempo para conversar con la revista Veritas. Esto fue lo que pasó.

Cuéntame un poco sobre tu charla en la USMP, que llevó el nombre de Generación de valor a través de estrategias disruptivas-Caso Spotify Latinoamérica. Fue una de las ponencias más comentadas del Congreso Internacional de la Facultad de Administración CIFA 2016.
Les he hablado a los jóvenes sobre mi experiencia en Spotify, pero, sobre todo, he buscado que abran sus mentes y entiendan que hay muchas novedades en el camino, y que dominarlas no solo se aprende en la universidad, sino también en el día a día laboral. Los chicos, en un futuro cercano, van a trabajar con tecnologías que hoy todavía no existen.

¿De qué manera relacionarías este panorama de constante cambio con tu experiencia profesional?
He trabajado en dos empresas que rompieron con lo establecido. Fui director de Operaciones en Monster, una firma que inició todo esto del currículum online. Antes, para aplicar a un trabajo, tenías que dejar tus papeles en las oficinas. Hoy eso nos parece anticuado, ¿verdad? Las cosas cambiaron casi sin que nos diéramos cuenta. Con Spotify pasó algo similar. En un principio llamó la atención y ahora es normal para todos. El cambio es real. Por eso, el futuro que vemos en la ciencia ficción no está tan lejos como creemos.

¿Y cómo crees que será ese futuro?
Coches que se manejan solos, máquinas que evolucionan hasta hacer nuestras labores… el futuro ya está aquí. Ahora son otras las preguntas. ¿Qué pasaría si desapareciéramos el gen que causa el cáncer de mama o si pudiéramos modificar el perfil genético de un bebé para que no desarrolle determinada enfermedad durante la adultez? Las empresas ya están trabajando en ello. Google, por ejemplo, busca combatir el envejecimiento con su proyecto Calico. Lo interesante es que probablemente veamos materializados esos adelantos de los que te hablo.

Pero tal vez no llegaremos a disfrutarlos…
Es posible. Quizás seamos los sabios de esa época, los mortales (risas). Lo importante hoy es guiar a los jóvenes, que sepan que en Silicon Valley todos hacen aplicaciones. Ese mercado ya está saturado. Es como buscar el éxito con un restaurante: solo uno, entre muchos, podrá conseguirlo.

Como director de Nuevos Mercados, lideraste el ingreso de Spotify a México y, de paso, a Latinoamérica, siendo el mejor lanzamiento en la historia de la empresa. ¿Cómo fue esta experiencia?
Excelente, pero muy aleccionadora también. En América Latina las personas asumen menos riesgos en temas de tecnología. Mientras que en Estados Unidos y Europa se prueba mucho más, en nuestros países hay más renuencia al cambio. A esto hay que sumarle el tema de la piratería, que sigue siendo enorme en la región. El reto fue lograr que la gente dejara de comprar discos piratas, que eligieran pasarse a Spotify, con todos sus temores, y vieran al servicio como una alternativa segura y funcional, con un gran abanico musical a su disposición.

Dejaste la empresa en 2014 y, desde entonces, tu espíritu emprendedor no ha parado. ¿En qué proyectos estás trabajando ahora?
Entre otros proyectos, estoy con Haqlab Ventures, una consultora que expande negocios a nivel internacional de la cual soy fundador. De las iniciativas que asesoramos, me entusiasma mucho Ancestry, que consiste en describir a sus usuarios toda su historia genética. Es impresionante, en cuestión de días se encuentran con que tienen familiares en lugares que desconocían. Las personas se llevan gratas sorpresas. Yo mismo me he llevado más de una al utilizar este servicio. Te das cuenta de que estamos más conectados, que los seres humanos somos muy parecidos. De esta manera, basándonos en la ciencia, incluso podemos ayudar a terminar con el racismo y el odio. Eso sería lo mejor.