Elsa Pereda es egresada de la Facultad de Obstetricia y Enfermería (FOE) de la USMP, y lleva una vida dedicada al cuidado de la salud de los más necesitados, principalmente en África donde las condiciones de vida son extremas.
Cuando Elsa ingresó a la FOE lo hizo motivada por su afán de servicio. Ella supo desde las aulas que la carrera que había escogido le llevaría por la ruta que le trazaba su conciencia social. Escogió la especialidad en Salud Pública y Comunitaria que le ha permitido conocer distintas partes del mundo. “Deseaba tener una visión más amplia y conocer el mundo para comprender otros contextos y otras realidades. Desde la universidad me gustó mucho el campo, el área comunitaria, y poder salir y trabajar en el área de prevención y promoción de la salud”, relata.
En el año 2001 se unió a las misiones de la iglesia católica que intervinieron en las islas del Pacífico Sur (Vanuatu), Bolivia y Paraguay y, tras ocho años de misión, en el 2009 se incorporó a Médicos Sin Fronteras (MSF) con quienes ha estado en algunos de los lugares más desolados de África, como el Congo, República Centro Africana y Guinea Bissau, atendiendo emergencias humanitarias en contextos marcados por el hambre, la pobreza, guerras internas y la falta de los servicios más básicos.
“Sé que en Perú también hay necesidades pero viendo la realidad de otros países no se puede comparar. Nosotros tenemos un país con una sociedad que aún se puede atender”, explica en alusión a lo extremo de la situación en países como El Congo, donde se encuentra actualmente en una misión, desempeñándose como asistente de la coordinación médica para MSF. Elsa, en su día a día afronta riesgos por amor a lo que hace.
“Por ejemplo, la República Centroafricana es un país donde puedes viajar cien kilómetros y no ver ni una escuela o centro de salud. Ha sufrido muchas guerras y hay una gran inseguridad social”, explica sobre esa dura realidad que busca aliviar y mejorar mediante su labor.
“En los años de formación he aprendido los diferentes ámbitos de acción de un enfermero, desde atención primaria hasta la parte hospitalaria y clínica. La universidad me dio una visión amplia, yo me centré en el área de salud comunitaria”, concluye Elsa, recordando la educación recibida en su alma máter.