Desde 1999, todos los años, alumnos de la Facultad de Medicina Humana visitan algunos de los lugares más apartados del Perú para contribuir en su desarrollo social y prevención en salud.
El escaso poder económico de los sectores más necesitados de la población, sumado a la falta de una eficiente búsqueda de la reducción de las diferencias sociales, limita el adecuado acceso a la salud de estas poblaciones. Problema que se agudiza especialmente cuando se encuentran en zonas aisladas de nuestra abrupta geografía, a lo cual se suman pocas oportunidades de desarrollo y las diferencias culturales con el personal prestador del servicio de salud.
Ante esta perspectiva, diversas comunidades universitarias han buscado abordar el tema y aportar en la mitigación de estas problemáticas que afectan a las poblaciones más vulnerables. La comunidad de la Facultad de Medicina Humana de la USMP, liderada por su decano, el Dr. Frank Lizaraso Caparó, se esfuerza por reafirmar su compromiso con la sociedad por medio de los Campamentos Universitarios Multidisciplinarios de Investigación y Servicio (CUMIS).
Esta iniciativa constituye un trabajo de intervención social que se realiza en zonas de pobreza. En ellos se llevan a cabo campañas de salud con apoyo de doctores, sesiones educativas, campañas preventivas y trabajos de investigación científica, que son realizados por estudiantes de la Facultad de Medicina Humana.
Kristel Yáñez, directora de la Sociedad Científica de Estudiantes de Medicina (SOCIEM), señala que esta actividad apunta al bien social. “En 1999 se hizo el primer CUMIS en la provincia de Canta. Los universitarios viajaron para brindar educación en promoción, prevención de enfermedades y una campaña médica. Por mi parte, participo desde el 2013. En esa ocasión viajamos a Huaraz, a un lugar alejado llamado Rupa”.
La organización de un CUMIS requiere de una intensa preparación por parte de todos sus participantes. Por eso, antes de viajar se capacitan; los responsables de la organización analizan a la población que van a ayudar y las enfermedades que son prevalentes en la zona; así como, definen las líneas de investigación a aplicar y las especialidades que se llevarán en campañas médicas.
Una vez en la zona de intervención, los alumnos se presentan como estudiantes de medicina de la USMP y le explican a los pobladores técnicas básicas de salud, así como modelos de prevención. “Hay que educar a la población a no esperar a estar enfermo para ir al centro de salud”, enfatizó Yañez.
Muchas veces los participantes del CUMIS encuentran que en la comunidad donde realizan su intervención no se cuenta con un centro de salud cercano o que la enfermera de este va sólo cuatro horas dos veces por semana. “Esa realidad uno la vive como estudiante y te das un choque con ella. Cuando viajas aprendes a valorar y sabes que ellos se sienten muy felices de tenerte allá y quieren agradecerte con algo. Te dan cancha, queso o la sopita que tenían en casa”, refiere Yáñez.
En ese sentido, estos campamentos le dan a los estudiantes una visión clara de la realidad, además de constituir una oportunidad de afianzar el compromiso que tienen con su vocación. “Esos actos te enriquecen como alumno y como persona. Aprendes, luego de conocer la verdad y convivir con pares tuyos por cerca de una semana, que uno tiene un gran compromiso. Te deja una enorme satisfacción porque valoras la sonrisa y el agradecimiento de las personas”, culmina la directora de la SOCIEM.