El derecho en las venas

El derecho en las venas

El derecho en las venas

María Elena Portocarero, actual decana del Colegio de Abogados de Lima (CAL) es la primera sanmartiniana en ocupar el liderazgo de este importante gremio profesional. Con más de veinte años en el mundo de la docencia y el derecho penal, evoca su paso por las aulas de la USMP y enumera los desafíos que afrontarán los juristas del siglo XXI.

¿En qué circunstancia nació su vocación por el derecho?

Soy abogada por vocación y formación. Mi padre es el Dr. Juan Portocarrero Hidalgo, ex docente universitario y ex decano de la Facultad de Derecho, razón por la que mi familia ha estado ligada al mundo de las leyes. Puedo afirmar que mi vida se centra en dos principios básicos: equidad y justicia. Desde ese instante tuve claro que me dedicaría a este noble oficio.

¿Cómo se decidió por la USMP para sus estudios?

El vínculo con la USMP es de toda la vida. Desde niña, acompañaba a mi padre durante sus extensas jornadas académicas y es ahí donde tomo la decisión de prepararme para postular a la universidad. En aquellos años, la carrera no presentaba la oferta laboral de la que hoy goza pero no me amilané. Estudié con gran ahínco, postule e ingresé a la universidad.

¿Qué aspectos puede destacar de su paso por las aulas sanmartinianas?

Por aquellos años, la USMP alcanzó gran prestigio en el rubro penal. Contábamos con una plana docente de primer nivel, integrada por expertos que se preocupaban por consolidar nuestros conocimientos en identidad nacional así como en las diferentes problemáticas por las que atravesaba el Perú. En ese sentido, todo profesional del derecho debe preocuparse por desarrollar su capacidad de proyección y tener una visión de la realidad que vive el país, pues el trabajo del abogado es de servicio social. Donde hay un conflicto, surge la figura del letrado. No debemos olvidar que somos instrumentos de paz.

¿Cómo se produjo su llegada el Colegio de Abogados de Lima?

A temprana edad comencé a recorrer los pasillos del Colegio de Abogados de Lima pues mi padre se convirtió en vicedecano de la orden durante la gestión del doctor Raúl Ferrero Costa. Una vez que ingresé a este apasionante mundo, desarrollé una intensa actividad gremial, lo que me permitió conocer al doctor Mario Amoretti Pachas, quien me invitó a ser su vicedecana durante el periodo 2014-2015. Posteriormente seguí con mi trabajo como docente y litigante. En el 2017 me presenté al proceso electoral del CAL, donde competí junto a 15 candidatos y tuve la suerte de llegar a la segunda vuelta junto al Dr. Javier Villa Stein y logré imponerme en las urnas con 16 mil votos. Debo admitir que la coyuntura que se vivía en ese momento me permitió gozar del respaldo de los abogados egresados de la USMP, los jóvenes profesionales del medio, así como de los votos de género. Durante esta etapa hemos alcanzado un gran despunte, lo cual agradezco a Dios y a todos mis colegas.

¿Qué retos impone ser decana en el CAL?

Inicié mi gestión en medio de un contexto complicado. Los actos de corrupción que se han dado a conocer a través de los medios de comunicación nos obligaron a desarrollar una gestión sólida y transparente. Además, del total de abogados que existen a nivel nacional, la mitad son de Lima. Como puede observar, se trata de grandes retos que asumimos con madurez y solvencia.

¿Qué mensaje les dejaría a los futuros abogados?

Los invito a vivir con intensidad cada momento de su vida laboral. Tienen una carrera maravillosa, con la que pueden aportar a la construcción de una sociedad mejor, pero es necesario que se diferencien del resto por su calidad ética. El ejercicio del derecho no sólo les brindará satisfacciones a ustedes sino también a las personas que confíen en su trabajo. La responsabilidad que tenemos es muy grande y el laboratorio que tenemos son las aulas. Desde allí hay que asumir esta responsabilidad, aprovechando las herramientas que la universidad brinda. Todo está en sus manos.